Las cataratas del Iguazú son un conjunto de cataratas que se localizan sobre el río Iguazú, en el límite entre la provincia Argentina de Misiones y el estado Brasileño de Paraná. Están totalmente insertadas en áreas protegidas; el sector de la Argentina se encuentra dentro del parque nacional Iguazú, mientras que el de Brasil se encuentra en el Parque Nacional do Iguaçu. Fueron elegidas como una de las «Siete maravillas naturales del mundo».

Las cataratas del Iguazú se hallan dispuestas en una forma que parece una gran «J» inversa. En la margen derecha (norte) se encuentra el territorio brasileño, el cual posee poco más de un 20 % de los saltos de dichas cataratas; y del lado izquierdo (sur) se hallan los saltos argentinos, los cuales conforman casi un 80 % de las cataratas.

Están formadas por 275 saltos. Un espectáculo aparte es su salto de mayor caudal y, con 80 metros, también el más alto: la Garganta del diablo, el cual se puede disfrutar en toda su majestuosidad desde solo 50 m, recorriendo las pasarelas que parten desde Puerto Canoas, al que se llega utilizando el servicio de trenes ecológicos.

Por este salto pasa la frontera entre ambos países. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva semitropical perteneciente al distrito fitogeográfico de las Selvas Mixtas de la provincia fitogeográfica Paranaense.

El descubrimiento de las cataratas se produce en el año 1542, mientras realizaba una travesía desde el océano Atlántico hasta Asunción del Paraguay, el adelantado españolÁlvar Núñez Cabeza de Vaca divisó las sorprendentes cataratas del río Iguazú y las bautizó como «saltos de Santa María», nombre que con el tiempo fue reemplazado por su primitiva denominación guaraní Iguazú (antigua ortografía de yguasu ‘gran cantidad de agua’, de y ‘agua’ y guazú ‘grande’).

