Masada
Masada, un término romanizado que en hebreo significa “fortaleza”, es un macizo espectacular en forma de pirámide truncada, que se alza a 450 metros sobre el nivel del Mar Muerto. Como este se halla muy por debajo del Mediterráneo —ya que es, de hecho, uno de los puntos más bajos del planeta—, el resultado es que Masada solo sobresale unos 60 metros sobre el antiguo Mare Nostrum.
Los usos de este emplazamiento incluyen funciones militares desde antes de Cristo, pero fue el rey Herodes el que decidió su completa fortificación ante la amenaza de Cleopatra VII de Egipto. Su conversión en leyenda, no obstante, tuvo lugar durante la primera guerra judeo-romana. En esa época un grupo de sicarios (secta hebraica) se hizo fuerte en Masada, capitaneados por Eleazar ben Yair, y desafió el poder romano.
El gobernador de Judea, Lucio Flavio Silva, decidió asediar la fortaleza. La defensa del sitio, sin embargo, no constituía un gran problema, puesto que solo había dos rutas de acceso, ambas de fácil defensa. Los huertos del interior del baluarte proporcionaban además comida fresca y un ingenioso sistema de excavaciones en las rocas donde almacenaban el agua de lluvia en cisternas subterráneas. Así pues, comenzó un largo asedio, cuyos pormenores nos han llegado gracias a la crónica La guerra de los judíos,escrita por el historiador Flavio Josefo.
Lo que hicieron los romanos fue construir una gran rampa (llamada agger, del verbo latino aggero, “hacer un montículo”) para poder quebrar la defensa por el lado occidental. El enorme terraplén, que aún hoy se puede observar cuando se visita este lugar, formado por miles de toneladas de piedra y tierra, constituye una de las estructuras de asedio más formidables de la época. Corría el año 73 después de Cristo cuando la estructura fue finalizada, tres meses después de haberse iniciado su construcción y tras siete meses de asedio. A partir de ahí era solo cuestión de tiempo que los romanos penetraran en la fortaleza.

Entonces tuvo lugar el hecho que catapultó a los defensores dentro de la leyenda, y colocó a Masada en la estela de topónimos como Numancia o Sagunto. Eleazar ben Yair reunió a sus huestes y les propuso darse muerte para evitar ser hechos prisioneros. Para sortear de alguna forma la prohibición del suicidio en la religión judía, acordaron que los hombres acabaran con la vida de sus familias, de manera que solo quedaran 10 con vida. Luego un solo varón, elegido a sorteo, acabó con la vida de los otros, incendió el fortín y finalmente se dio muerte a sí mismo.
Esta lucha épica, esta resistencia desesperadamente numantina ante el poder de Roma de unos pocos judíos acabó por convertir Masada en el lugar mítico que es hoy en día.
La fortaleza de Masada y su entorno fueron declarados Parque Nacional de Israel en 1966, formando parte de la Reserva Natural del Desierto de Judea desde 1983, y del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2001.
Mar Muerto
Es un lago endorreico salado situado en una profunda depresión a 416,5 m bajo el nivel del mar, entre Israel, Cisjordania (territorio en disputa con la Autoridad Nacional Palestina) y Jordania. Ocupa la parte más profunda de una depresión tectónica atravesada por el río Jordán y que también incluye el lago de Tiberíades.

Los griegos de la Antigüedad lo llamaban lago Asfaltites, por los depósitos de asfalto que se encuentran en sus orillas, conocidos y explotados desde la Edad Antigua. Tiene unos 80 km de largo y un ancho máximo de unos 16 km; su superficie es aproximadamente de 810 km². Recibe agua del río Jordán, de otras fuentes menores y de la escasa precipitación que se produce sobre el lago, y el nivel de sus aguas es el resultado del balance entre estos aportes y la evaporación.

Ningún ser vivo habita en él, salvo las artemias. Tan elevada salinidad es lo que impide a un ser humano hundirse en sus aguas de forma natural, debido a que la elevada densidad de sus aguas (1 240 kg/m³) ejerce un empuje superior a la del mar (1 027 kg/m³), pudiéndose flotar sin ningún esfuerzo, característica que le ha hecho mundialmente popular. Con todo, no es el lago más salado de la Tierra, ya que lo superan el lago Assal en Yibuti y ciertos lagos antárticos.