Es la capital de Portugal y su ciudad más importante. Su situación privilegiada en la desembocadura del río Tajo la convirtió en una de las ciudades más influyentes para la dominación del Atlántico.
Tiene una de las historias más antiguas de Europa, habiéndose fundado la ciudad hace tres mil años. Es junto con Setúbal, Alcácer do Sal y algunas ciudades del Algarve la más antigua de Portugal y tras Atenas, la capital más antigua de la Unión Europea. Lisboa es cuatrocientos años más vieja que Roma.
Su historia se encuentra ligada a su posición estratégica en la desembocadura del río más largo de la Península Ibérica, el Tajo. Su puerto natural era el más cómodo para el reabastecimiento de los barcos que comercian entre el Mar del Norte y el Mediterráneo. Además se encuentra en el extremo suroccidental de Europa habiendo sido un punto estratégico para las rutas comerciales con África y América.
Torre de Belém
La Torre de Belém, de estilo manuelino, fue construida entre 1515 y 1519 y es obra de Francisco de Arruda. En 1983 fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

La torre está situada en la desembocadura del Tajo e inicialmente sirvió para la defensa de la ciudad, posteriormente se convirtió en centro aduanero y faro. Se encuentra situada muy cerca del Monasterio de los Jerónimos.
Monasterio de los Jerónimos
El Monasterio de los Jerónimos es, junto a la Torre de Belém, la visita turística más importante de Lisboa. En 1983 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su nombre en portugués es Mosteiro dos Jerónimos.

Diseñado por el arquitecto Diogo de Boitaca, la construcción del Monasterio de los Jerónimos se inició el 6 de enero de 1501 y se concluyó a finales del siglo XVI. El estilo predominante del monasterio es el manuelino y se construyó para celebrar el regreso de la India de Vasco de Gama.

Monumento a los Descubrimientos
Junto a la Torre de Belém y al Monasterio de los Jerónimos se encuentra este monumento de 52 metros de altura erigido en 1960 para conmemorar el quinientos aniversario de uno de los grandes descubridores de Portugal, el infante Henrique el Navegante, descubridor de Madeira, Las Azores y Cabo Verde.

El Monumento a los Descubrimientos contiene un grupo escultórico con forma de punta de carabela sobre el que el Infante abre camino a numerosos personajes que tuvieron que ver con los grandes descubrimientos de la historia de Portugal.
Plaza del Comercio
Es la plaza más importante de Lisboa. Fue construida donde estuvo situado el palacio real antes de ser destruido por el gran terremoto de 1755.

La fisionomía de la Plaza del Comercio se compone de un conjunto de edificios porticados en tres de sus lados y está abierta en el lado sur, mirando al Tajo. Históricamente ahí llegaban los barcos mercantes y ésta era la puerta de Lisboa.
Arco Triunfal da Rua Augusta
Situado en el lado norte de la Plaza del Comercio, el Arco da Rua Augusta da comienzo a la calle Rua Augusta, la calle más importante de La Baixa. El Arco Triunfal da Rua Augusta fue diseñado por el arquitecto Santos de Carvalho para celebrar la reconstrucción de la ciudad después del gran terremoto. Su construcción finalizó en 1873 y sus estatuas representan, entre otros, a Vasco de Gama y al Marqués de Pombal.

Estatua ecuestre de José I
Esculpida en bronce por Machado de Castro en 1775 representa a José I, rey portugués que estuvo al mando durante el terremoto de Lisboa.

Catedral
Comúnmente llamada Sé de Lisboa, es la iglesia más antigua e importante de la ciudad. Su construcción data del siglo XII y su estilo predominante es el románico. Su nombre completo es Santa María Maior.

Durante su historia la catedral ha sido reformada en varias ocasiones y es que, aunque ha sobrevivido de manera ejemplar, ha sufrido varias catástrofes naturales. El gran terremoto de 1755 destruyó varias partes de la iglesia.
Castillo de San Jorge
Construido en el siglo V por los visigodos, el Castillo de San Jorge fue agrandado por los árabes en el siglo IX y modificado durante el reinado de Alfonso Enríquez. En 1938 sufrió una restauración completa. Su período de máximo esplendor se extendió desde mediados del siglo XIII hasta principios del siglo XVI, época en la que el castillo estuvo ocupado por los reyes de Portugal.
